Es fácil imaginar la cautividad a la que los usuarios de determinados sectores como el de las impresoras o las máquinas de café estaban sometidos hasta hace apenas unos años. Uno compraba un producto, no demasiado caro, pero se veía obligado a adquirir, de manera periódica y proporcionalmente más cara, un subproducto que le permitiera hacer uso del objeto principal.
Una limitación del mercado en el que se reducía la oferta de los consumidores y de la que algunos sectores se han aprovechado hasta hace relativamente poco. Sin embargo, actualmente existen alternativas suficientes que, en modo compatible (es decir, con marca blanca), permiten a todos los compradores adquirir consumibles para un producto principal sin la necesidad imperiosa de obedecer las directrices de la marca original. Una apertura que los consumidores han sabido apreciar y que, como era de esperar, ha supuesto un varapalo para los abultados ingresos de las empresas fabricantes de originales, que hasta ahora habían visto la cautividad de sus compradores como una oportunidad de negocio redonda.
Y es que las marcas blancas ocupan actualmente gran parte del mercado. Según un estudio realizado por la consultora Grayling, un 89% de los españoles afirma consumirlas y, aunque el precio sigue siendo para más del 90% un factor decisivo en la compra, ya son alrededor de un 70% los que creen que la calidad de este tipo de productos es igual o incluso mayor que la de los productos originales. Es así como los consumibles compatibles han sabido ganarse el hueco en el mercado –y en las casas de sus compradores- del que gozan actualmente. Un buen equilibrio entre calidad y precio que les ha permitido alcanzar niveles de venta envidiables.
En palabras de Manuel Garrido, técnico especialista de QueCartucho.es, empresa líder en la venta online de cartuchos de tinta y tóner compatibles, “el consumidor busca precio, pero también busca calidad. Era necesario abrir el mercado de los productos consumibles de manera que otras empresas pudieran ofrecer el mismo producto a los consumidores manteniendo la calidad y además, bajando el precio.”
Uno de los argumentos más agresivos que utilizan las marcas fabricantes de originales para defender su posición y por tanto, sus ventas, es el descrédito de las marcas fabricantes de compatibles, aludiendo a falta de inversión u originalidad. Sin embargo, nada más lejos. Las empresas de cartuchos compatibles se han visto en la necesidad de crear productos que se adaptaran perfectamente a las necesidades de los productos originales sin caer en la copia de sus consumibles o incorporando mejoras sustanciales que les permitieran diferenciarse de ellas, no solo a ojos del consumidor, sino también de los organismos de marcas y patentes. Todo ello, además, manteniendo una calidad excelente y reduciendo los precios al mercado, permitiendo que más del 73% de los españoles tenga una experiencia muy positiva con la compra de marcas blancas.
Toda una oportunidad para los consumidores que ahora se ven libres de elegir la marca que desean comprar y el precio que desean pagar. Una posibilidad que, hasta la aparición de los consumibles compatibles, era sencillamente inexistente.